Bajo el lema CADA VIDA IMPORTA, se celebró el pasado día 17 de octubre, en Madrid, una manifestación a favor de la vida y en contra de la nueva Ley del Aborto, que el gobierno de Zapatero quiere imponernos; y digo ‘celebró’, porque fue una autentica fiesta, en la que miles de españoles salimos a la calle, para decir que no compartimos lo que este gobierno quiere vendernos como un derecho de la mujer, porque en realidad es un fracaso de nuestra sociedad y porque no está haciendo nada a favor de las mujeres que, por distintos motivos, se encuentran con un embarazo no deseado.
En vez de tanta propaganda a favor del aborto y promoción de la clínicas abortistas, que son las que van a hacer el negocio, el gobierno socialista debería destinar esos recursos a políticas públicas efectivas en los campos de la educación, en ayuda de las embarazadas menores o en condiciones precarias, en apoyo a las organizaciones privadas que las atienden y en agilización de los procedimientos de adopción, y no incentivando a los jóvenes a una promiscuidad sexual desenfrenada, que es lo que se hace desde los medios de comunicación afines al pensamiento único
En cuanto a la cantidad de manifestantes, ya se sabía de antemano que el gobierno manipularía las cifras, para presentar la manifestación como un fracaso. A pesar de sus deseos, las calles estaban llenas de gente normal, con una altísima participación de jóvenes, que hacían que todo se desarrollara como una gran fiesta, en la que no se produjeron ni incidentes ni insultos, en la que coreamos ‘slogan’ a favor de la vida y donde nos reunimos más de un millón de personas de toda España, sin artistas ni autobuses subvencionados, porque todos fuimos pagando nuestros gastos y, sobre todo, porque quisimos estar allí, apoyando a los colectivos provida, incluidos los de izquierdas que también estaban, porque este tema no es cuestión de siglas políticas ni religiosas, como quiere hacernos creer el gobierno, sino de sensatez, con lo que una vez más la sociedad española ha demostrado que va por delante de sus políticos.
En vez de tanta propaganda a favor del aborto y promoción de la clínicas abortistas, que son las que van a hacer el negocio, el gobierno socialista debería destinar esos recursos a políticas públicas efectivas en los campos de la educación, en ayuda de las embarazadas menores o en condiciones precarias, en apoyo a las organizaciones privadas que las atienden y en agilización de los procedimientos de adopción, y no incentivando a los jóvenes a una promiscuidad sexual desenfrenada, que es lo que se hace desde los medios de comunicación afines al pensamiento único
En cuanto a la cantidad de manifestantes, ya se sabía de antemano que el gobierno manipularía las cifras, para presentar la manifestación como un fracaso. A pesar de sus deseos, las calles estaban llenas de gente normal, con una altísima participación de jóvenes, que hacían que todo se desarrollara como una gran fiesta, en la que no se produjeron ni incidentes ni insultos, en la que coreamos ‘slogan’ a favor de la vida y donde nos reunimos más de un millón de personas de toda España, sin artistas ni autobuses subvencionados, porque todos fuimos pagando nuestros gastos y, sobre todo, porque quisimos estar allí, apoyando a los colectivos provida, incluidos los de izquierdas que también estaban, porque este tema no es cuestión de siglas políticas ni religiosas, como quiere hacernos creer el gobierno, sino de sensatez, con lo que una vez más la sociedad española ha demostrado que va por delante de sus políticos.
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