EDITORIAL

Días de cuaresma, cuarentena de reflexión, de preparación a la gran fiesta de la Pascua, del paso, palabra esta que afecta a cristianos y no cristianos. Pascua viene de paso, paso a la vida eterna para el cristiano. Paso del invierno a la primavera para los que no lo son; la primera luna llena de la prima-vera es la que marca estas fechas tan entrañables para todo el mundo. Pero es fiesta y conmemoración desde hace miles de años en sitios y por motivos muy diferentes. Fiesta en la que mucha gente se viene al pueblo, a su pueblo. En las que éste se engalana para recibir a los que vienen a verle. Procesiones multitudinarias, a veces controvertidas por la sana competencia de las cofradías. Y en la noche, en el silencio, Jesús vela por su pueblo: sale a verlo y pasearlo, sale, en silencio, Nuestro Padre Jesús del Perdón, y Éste sí que aúna, a derechas e izquierdas, a creyentes y muchos no creyentes. Es el patrón el que se nos pasea y señorea por las calles de Manzanares y es el pueblo entero el que le acompaña y le hace paso por las calles y con eso basta.
No tenemos menos que hacernos eco del artículo que sale en última página y que sustituye a la sección de Braulio. Creíamos que lo deberíamos hacer por su importancia y transcendencia. Braulio volverá el mes próximo. Y no es ya el que se deje de hablar o no con una persona, cosa que, cuando menos, es un abuso de autoridad. Lo grave son otras cosas: el tratar a un empleado como “ESE” ya es grave, pero, en el ámbito personal, puede hasta ser algo disculpable; lo que no lo es, de ninguna de las maneras, es en el ámbito representativo. Miren ustedes, el tratar al representante de IU como lo hicieron en el último pleno y el VOCEAR a la Sr. Serna, en representación de sus funciones en el ayuntamiento, no es grave, es gravísimo. Y lo es porque, ante tanto desprecio, parece que no se quieren dar cuenta de que al hacer eso no se insulta o se vocea al Sr. Sabariego o a la Sr. Serna. No. Ustedes le están voceando o insultando a miles de manzanareños que son representados por estos concejales. Ustedes nos vocea y nos insultan a, cuando me-nos, la mitad del pueblo de Manzanares. Y eso no se lo vamos a consentir de ninguna de las maneras en el Manifiesto. Lo mínimo que tendrían que hacer es pedir disculpas públicamente, no a ellos, sino al pueblo de Manzanares. Pero como sé que su orgullo y educación no se lo va a permitir, les volveremos a repetir que, desde el Manifiesto, lo seguiremos denunciando mes tras mes, al igual que hacemos con MTM. Y si dicen que nos metemos en exceso con MTM y con el ayuntamiento, pues váyanse preparando porque esto no ha hecho más que empezar: mientras no demuestren un talante más democrático y más educado con los estamentos que representan esas personas, nosotros estaremos informando y denunciándoles ante el pueblo de Manzanares.
Creemos que nuestros políticos deben de tener la compostura y educación suficiente cuando están en sus labores corporativas, ya que representan un estamento y una ciudadanía que no la pueden vapulear así como así. En su vida personal pueden y deben hacer lo que quieran, que nunca nos meteremos en ello, faltaría más, pero una vez que se ponen el uniforme de concejal- por decirlo de alguna manera- la cosa cambia, ya no son ni fulanito ni menganito, ya son concejales, ediles, representantes de miles de ciudadanos, y nosotros, los de abajo, los ciudadanos, les debemos exigir un mínimo de compostura.
El cambio de color de este número de El Manifiesto no tiene ninguna connotación, es, simplemente, por ajustes técnicos de impresión y ahorro de costes. También estamos terminando de hacer la Asociación El Manifiesto de Manzana-res, una asociación sin ánimo de lucro que pretende seguir abriendo ventanas en Manzanares para que entre un poco de aire fresco. Desde la asociación queremos organizar actos culturales, deportivos, de todo tipo, mesas redondas, tertulias... En ella tendrán- tendremos- cabida todo el mundo, al igual que en el periódico. No caeremos en la trampa de organizar, por ejemplo, una escuela de ciudadanos como la que ha organizado el ayuntamiento, totalmente direccionada a eliminar el pensamiento individual y propio. Si acaso, haremos una Universidad de Ciudadanos en la que entre gente de todo tipo, que todo el que quiera decir algo lo pueda hacer en total libertad, y que conste que lo de Universidad de Ciudadanos no es un hecho, aunque sí una idea. Lo que quiero decir con esto es que si hacemos algo lo queremos elevar a más de lo que hay, quizá no podamos traer a gente tan “importante” y, sobre todo, influyente en el más amplio sentido de la palabra. Pero sí les aseguro que tendremos gente que pueda decir en libertad lo que quiera. Desde el Manifiesto queremos incentivar el pensamiento, no dirigirlo, como lo hacen en otros estamentos. Si se quieren apuntar a la asociación, a partir del próximo número les iremos indicando cómo hacerlo.