Muy buenas, queridos paisanos. ¡La que se ha liado!. No me diréis que al pueblo no le hacía falta un poco de picantillo de este para animar conciencias y promover debates. Je, je... Por mi parte, me pasa de “to” mientras re-parto. Hay sitios que casi me quieren llevar a hombros, y en otros que me pongo un casco por si alguna pedrá se escapa. Pero en fin eso es lo bueno de esto, que a la gente le entre el gusanillo por las tripas, ya sea gusanillo de gustarrera o de irritación.
Bueno, yo, a lo mío. Pues resulta que el otro día mientras repartía por el río –esa es otra, ya habrán visto que he escrito en otra sección de las calles– Bueno que me lío, iba yo por el río cuando me dijo una vecina que me salió con los tubos y el mandil puestos. Braulio, ¿has visto los arboles del paseo?. Bueno de este paseo y del de el Cristo de las agonías, y de medio pueblo? . ¿Pues qué les pasa, le dije?
-Pues que el podador que los ha podado no es buen podador.
-Para, para, que parece que me estas contando un galimatías más que una historia.
-Pues Braulio, que hay algunos que les dan una sierra de esas de motor y disfrutan más con ella que el Freddy ese de la película de terror, y menos mal que el lugar de cortar cuerpos le da por cortar ramas. Y es que les han metido una poda que la mitas no han ni brotado en primavera ni en la brotación de San Juan, ni en la de San Silvestre que brotaran.
Me crucé y... Cachi en diez, sí que es verdad que se han pasado con la sierra, y luego de paseo por otros sitios del pueblo he visto muchos sin brotar y otros que los pobres a duras penas han comenzado a sacar tímidas hojillas. Y es que hay algunos “jardineros” que para ellos todo lo que no sean tomates, son pajitos.
Luego, repartiendo por la calle de las Monjas, un chaval salió corriendo cuando me vio y me dijo:
Braulio, Braulio, para que la gente vea que es verdad lo del carril bici ese azul que han puesto, te doy esta foto, a las 10 de la mañana mira como está la calle de coches... Y aquí os pongo la foto...
Luego fui repartiendo por la calle de la Virgen, calle Pérez Galdós, por donde está la zona azul esa y en la misma esquinica de la calle Virgen con la calle de las Olivas (titulada Padres Capuchinos), me sale una vecina to sofocá y a gritos ¡¡Braulio, Braulio!!. Me pegué un susto que para qué. Pero qué te pasa mujer, le dije alarma-do. Na Braulio, que creía que te ibas y llevo varios días tras de ti.
-Mujer... que estoy casado...
-¿Pero que te has creído Viejo verde?, me dijo.. Que era para darte esta foto que sacó mi hijo y me dijo que te comentara si la ley no permite aparcar a menos de cinco metros de las esquinas.
Yo le dije que no era docto en leyes, pero que así lo tenía entendido. Y me dio una foto donde la pintura azul llega hasta la misma esquina. Y me dijo: “si es que son unos ansias, van con una mano por el cielo, la otra por el suelo y la boca abierta, para aprovechar hasta el último aparcamiento para sacarnos los cuartos.
Por la noche, de paseo con mi Santa, me fijé en la mayoría de las calles que la pintura azul llega hasta la mismica esquina. VALE.
Y esto, lo terminé de escribir, aún libre, en Manzanares, el 5 de octubre de 2.009
Bueno, yo, a lo mío. Pues resulta que el otro día mientras repartía por el río –esa es otra, ya habrán visto que he escrito en otra sección de las calles– Bueno que me lío, iba yo por el río cuando me dijo una vecina que me salió con los tubos y el mandil puestos. Braulio, ¿has visto los arboles del paseo?. Bueno de este paseo y del de el Cristo de las agonías, y de medio pueblo? . ¿Pues qué les pasa, le dije?
-Pues que el podador que los ha podado no es buen podador.
-Para, para, que parece que me estas contando un galimatías más que una historia.
-Pues Braulio, que hay algunos que les dan una sierra de esas de motor y disfrutan más con ella que el Freddy ese de la película de terror, y menos mal que el lugar de cortar cuerpos le da por cortar ramas. Y es que les han metido una poda que la mitas no han ni brotado en primavera ni en la brotación de San Juan, ni en la de San Silvestre que brotaran.
Me crucé y... Cachi en diez, sí que es verdad que se han pasado con la sierra, y luego de paseo por otros sitios del pueblo he visto muchos sin brotar y otros que los pobres a duras penas han comenzado a sacar tímidas hojillas. Y es que hay algunos “jardineros” que para ellos todo lo que no sean tomates, son pajitos.
Luego, repartiendo por la calle de las Monjas, un chaval salió corriendo cuando me vio y me dijo:
Braulio, Braulio, para que la gente vea que es verdad lo del carril bici ese azul que han puesto, te doy esta foto, a las 10 de la mañana mira como está la calle de coches... Y aquí os pongo la foto...
Luego fui repartiendo por la calle de la Virgen, calle Pérez Galdós, por donde está la zona azul esa y en la misma esquinica de la calle Virgen con la calle de las Olivas (titulada Padres Capuchinos), me sale una vecina to sofocá y a gritos ¡¡Braulio, Braulio!!. Me pegué un susto que para qué. Pero qué te pasa mujer, le dije alarma-do. Na Braulio, que creía que te ibas y llevo varios días tras de ti.
-Mujer... que estoy casado...
-¿Pero que te has creído Viejo verde?, me dijo.. Que era para darte esta foto que sacó mi hijo y me dijo que te comentara si la ley no permite aparcar a menos de cinco metros de las esquinas.
Yo le dije que no era docto en leyes, pero que así lo tenía entendido. Y me dio una foto donde la pintura azul llega hasta la misma esquina. Y me dijo: “si es que son unos ansias, van con una mano por el cielo, la otra por el suelo y la boca abierta, para aprovechar hasta el último aparcamiento para sacarnos los cuartos.
Por la noche, de paseo con mi Santa, me fijé en la mayoría de las calles que la pintura azul llega hasta la mismica esquina. VALE.
Y esto, lo terminé de escribir, aún libre, en Manzanares, el 5 de octubre de 2.009
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