Aristóteles decía que el hombre es un zoom politikom, que el hombre es un animal que necesita vivir en sociedad, y el que vive aislado o es un Dios o es un superhombre. Acepto su definición del hombre, ¿por qué? porque vivir en sociedad supone adoptar proyectos en común, tomar decisiones, importantes o no, para solucionar un problema o para adoptar la mejor entre todas las decisiones.
La política, tal y como la concibo, es una labor altruista por y para la so-iedad. El político debe tomar siempre y en todo caso, decisiones para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que han depositado su confianza en ellos, para mejorar los servicios públicos, para dotarlos de infraestructuras necesarias, o que lo serán en un futuro. El político debe cumplir sus promesas y sus programas electorales pero es evidente que debe tomar decisiones aunque éstas supongan un coste político. Se debe pensar en el ciudadano de hoy pero también en el de mañana. Los políticos mediocres son los que piensan en las próximas elecciones para garantizar su éxito en las urnas. Los buenos políticos son aquellos que van más allá y piensan en las necesidades del pueblo. Esos son los que me gustan.
Manzanares está hastiada de tener siempre lo mismo, basta cerrar los ojos y pensar un poquito para saber cómo va a ser el próximo programa de festejos del año próximo, los torneos, sus formatos, las fechas. Pare-ce que existe una agenda escrita de antemano y que no puede alterarse. No pongo en duda el éxito o no de todas estas acciones, que seguro lo tendrán. Pongo en entredicho la falta de ideas, de innovación, de adelantarse a los acontecimientos. Existe mucho miedo por si esas nuevas decisiones pueden alterar el resultado electoral de las próximas elecciones. Qué miedo y qué falta de imaginación. La imaginación es como un caballo que se desboca y al que no sirve de nada tirarle de la rienda. En este pueblo, hace tiempo que no vemos caballos desbocados y las ideas innovadoras brillan por su ausencia. Basta ver la Feria del Campo, para saber de que estamos hablando, o las ferias y fiestas con el mismo pro-grama de festejos año tras año, por poner un ejemplo.
Las mayores innovaciones son las fuentes públicas y las reparaciones de acerados, que eso es lo que se tendrá en cuenta en las próximas elecciones, mientras miramos por el espejo retrovisor como empresas como Vestas Wind System con una creación de más de 200 empleos, se van a Daimiel, o el Centro Tecnológico de As-faltos, con una creación de 50 pues-tos de trabajo se van a Valdepeñas. Siempre hay excusas. Es más fácil preparar un Pleno polémico que prever esos empleos que pudieran venir a Manzanares.
Considero que el Ayuntamiento, con todas sus instituciones y organismos públicos, necesita abrir la ventana para que entre aire fresco. Ideas, talante, conciliación, compromiso e innovación. Qué difícil de entender son estas palabras.
Mi motivación no es otra que estas palabras, ideas, talante, conciliación, compromiso e innovación formen parte del acervo de la vida pública de Manzanares, dejando atrás, la falta de imaginación y las disputas.
Manzanares necesita un Ayuntamiento que escuche la voz de sus ciudadanos, y para ello se han de crear los medios adecuados y dar facilidades, pese a quien pese, y a sabiendas que en muchos casos se oirán críticas injustificadas y partidistas. Pero se han de oír. Manzanares necesita cursos acelerados de ética periodística para sus medios de comunicación pública, para que sean veraces e imparciales. Una televisión de todos y para todos, no para unos cuantos. No es que se prohiba decir esto o aquello, es que no está bien decir ciertas cosas, y cualquiera que ose desafiar aquella ortodoxia se encontrará silenciado con sorprendente eficacia. En este instante, la ortodoxia dominante exige una admiración hacia el Psoe sin asomo de crítica. Todo el mundo está al cabo de este hecho, y por consiguiente, todo el mundo actúa en consonancia. Cualquier crítica, cualquier revelación de hechos que se prefieran mantener ocultos no saldrán a la luz. Y así vemos, paradójicamente, que no se permite criticar al Psoe y sí a la oposición. Si la libertad intelectual ha sido sin duda alguna uno de los principios básicos de la civilización occidental, o no significa nada o significa que cada uno debe tener pleno derecho a decir y a imprimir lo que él cree que es la verdad, siempre que ello no impida que el resto de la comunidad tenga la posibilidad de expresarse en los mismos inequívocos caminos. Si la libertad significa algo, es el derecho de decirles a los demás lo que no quieren oír.
Pedro Lozano Martín-Buro
La política, tal y como la concibo, es una labor altruista por y para la so-iedad. El político debe tomar siempre y en todo caso, decisiones para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que han depositado su confianza en ellos, para mejorar los servicios públicos, para dotarlos de infraestructuras necesarias, o que lo serán en un futuro. El político debe cumplir sus promesas y sus programas electorales pero es evidente que debe tomar decisiones aunque éstas supongan un coste político. Se debe pensar en el ciudadano de hoy pero también en el de mañana. Los políticos mediocres son los que piensan en las próximas elecciones para garantizar su éxito en las urnas. Los buenos políticos son aquellos que van más allá y piensan en las necesidades del pueblo. Esos son los que me gustan.
Manzanares está hastiada de tener siempre lo mismo, basta cerrar los ojos y pensar un poquito para saber cómo va a ser el próximo programa de festejos del año próximo, los torneos, sus formatos, las fechas. Pare-ce que existe una agenda escrita de antemano y que no puede alterarse. No pongo en duda el éxito o no de todas estas acciones, que seguro lo tendrán. Pongo en entredicho la falta de ideas, de innovación, de adelantarse a los acontecimientos. Existe mucho miedo por si esas nuevas decisiones pueden alterar el resultado electoral de las próximas elecciones. Qué miedo y qué falta de imaginación. La imaginación es como un caballo que se desboca y al que no sirve de nada tirarle de la rienda. En este pueblo, hace tiempo que no vemos caballos desbocados y las ideas innovadoras brillan por su ausencia. Basta ver la Feria del Campo, para saber de que estamos hablando, o las ferias y fiestas con el mismo pro-grama de festejos año tras año, por poner un ejemplo.
Las mayores innovaciones son las fuentes públicas y las reparaciones de acerados, que eso es lo que se tendrá en cuenta en las próximas elecciones, mientras miramos por el espejo retrovisor como empresas como Vestas Wind System con una creación de más de 200 empleos, se van a Daimiel, o el Centro Tecnológico de As-faltos, con una creación de 50 pues-tos de trabajo se van a Valdepeñas. Siempre hay excusas. Es más fácil preparar un Pleno polémico que prever esos empleos que pudieran venir a Manzanares.
Considero que el Ayuntamiento, con todas sus instituciones y organismos públicos, necesita abrir la ventana para que entre aire fresco. Ideas, talante, conciliación, compromiso e innovación. Qué difícil de entender son estas palabras.
Mi motivación no es otra que estas palabras, ideas, talante, conciliación, compromiso e innovación formen parte del acervo de la vida pública de Manzanares, dejando atrás, la falta de imaginación y las disputas.
Manzanares necesita un Ayuntamiento que escuche la voz de sus ciudadanos, y para ello se han de crear los medios adecuados y dar facilidades, pese a quien pese, y a sabiendas que en muchos casos se oirán críticas injustificadas y partidistas. Pero se han de oír. Manzanares necesita cursos acelerados de ética periodística para sus medios de comunicación pública, para que sean veraces e imparciales. Una televisión de todos y para todos, no para unos cuantos. No es que se prohiba decir esto o aquello, es que no está bien decir ciertas cosas, y cualquiera que ose desafiar aquella ortodoxia se encontrará silenciado con sorprendente eficacia. En este instante, la ortodoxia dominante exige una admiración hacia el Psoe sin asomo de crítica. Todo el mundo está al cabo de este hecho, y por consiguiente, todo el mundo actúa en consonancia. Cualquier crítica, cualquier revelación de hechos que se prefieran mantener ocultos no saldrán a la luz. Y así vemos, paradójicamente, que no se permite criticar al Psoe y sí a la oposición. Si la libertad intelectual ha sido sin duda alguna uno de los principios básicos de la civilización occidental, o no significa nada o significa que cada uno debe tener pleno derecho a decir y a imprimir lo que él cree que es la verdad, siempre que ello no impida que el resto de la comunidad tenga la posibilidad de expresarse en los mismos inequívocos caminos. Si la libertad significa algo, es el derecho de decirles a los demás lo que no quieren oír.
Pedro Lozano Martín-Buro
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