EL día 1 de enero de 2007, entraba en vigor la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de Dependencia. Asistíamos a lo que ha sido denominado como “el nacimiento de un nuevo derecho ciudadano”, que recoge un amplio catálogo de servicios y prestaciones, destinados a mejorar la vida de todos los españoles que necesitan ayuda de un tercero para la realización de las actividades cotidianas diarias. A fecha 1 de mayo de 2009 en Castilla La Mancha las solicitudes superaban las 53.000, de las que alrededor de unas 49.000 ya han sido valoradas. El consejero de Salud y Bienestar Social, Fernando Lamata, ha asegurado que en nuestra Comunidad un total de 22.775 personas, ya han hecho efectivo este nuevo derecho social mediante el cobro de una prestación económica o la atención en un centro o servicio especializado.
¿Se cumplirán las previsiones para el 2015?
Pero lo cierto es que Ley de Dependencia, que irá desarrollándose progresivamente hasta que en 2015 queden atendidos to-dos los dependiente de este país, empieza a plantear importantes problemas de retraso. La carrera de obstáculos no es fácil: Tras la presentación de la solicitud, la valoración del afectado y la resolución del grado y nivel, llega la negociación del Programa Individual de Atención (PIA) y después, por fin, la resolución de acceso a servicios. En todo este proceso se produce la intervención de diversos profesionales procedentes de Administraciones Públicas distintas, algo que desorienta a los afectados y provoca los conocidos retrasos.
Superada la fase de tramitación, y según un estudio realizado por la OCU; el 50 por ciento de los encuestados se queja en los retrasos a la hora de percibir las prestaciones. Si a todo esto le añadimos los fallos en el cálculo de la Ley, reconocidos por el propio Ministerio, y el momento de crisis que estamos viviendo, el resultado sólo puede ser uno: el “cuarto pilar del estado de Bienes-tar”, se tambalea.
Las prestaciones de la Ley se realizarán de forma progresiva conforme al siguiente calendario:
2007
Personas valoradas con Grado III de Gran Dependencia, niveles 2 y 1
2008-2009
Personas valoradas con Grado II Dependencia Severa, nivel 2
2009-2010
Personas valoradas con Grado II Dependencia Severa, nivel 1
2011-2012
Personas valoradas con Grado I Dependencia Moderada, nivel 2
2013-2014
Personas valoradas con Grado I Dependencia Moderada, nivel 1
Sanidad
Rebeca Sánchez Maroto
¿Se cumplirán las previsiones para el 2015?
Pero lo cierto es que Ley de Dependencia, que irá desarrollándose progresivamente hasta que en 2015 queden atendidos to-dos los dependiente de este país, empieza a plantear importantes problemas de retraso. La carrera de obstáculos no es fácil: Tras la presentación de la solicitud, la valoración del afectado y la resolución del grado y nivel, llega la negociación del Programa Individual de Atención (PIA) y después, por fin, la resolución de acceso a servicios. En todo este proceso se produce la intervención de diversos profesionales procedentes de Administraciones Públicas distintas, algo que desorienta a los afectados y provoca los conocidos retrasos.
Superada la fase de tramitación, y según un estudio realizado por la OCU; el 50 por ciento de los encuestados se queja en los retrasos a la hora de percibir las prestaciones. Si a todo esto le añadimos los fallos en el cálculo de la Ley, reconocidos por el propio Ministerio, y el momento de crisis que estamos viviendo, el resultado sólo puede ser uno: el “cuarto pilar del estado de Bienes-tar”, se tambalea.
Las prestaciones de la Ley se realizarán de forma progresiva conforme al siguiente calendario:
2007
Personas valoradas con Grado III de Gran Dependencia, niveles 2 y 1
2008-2009
Personas valoradas con Grado II Dependencia Severa, nivel 2
2009-2010
Personas valoradas con Grado II Dependencia Severa, nivel 1
2011-2012
Personas valoradas con Grado I Dependencia Moderada, nivel 2
2013-2014
Personas valoradas con Grado I Dependencia Moderada, nivel 1
Sanidad
Rebeca Sánchez Maroto
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