Ser político no es tarea fácil. Cuando uno inicia esta andadura lo hace con ilusión y ganas de aportar su granito de arena. Es un compromiso firme por y para cada uno de nuestros vecinos. Es una carrera sin fondo por conseguir que las cosas cambien, por intentar que todo sea un poco más fácil para todos. Pero ser político en Manzanares, político de la oposición, es una tarea ardua, difícil, complicada, pero sobre todo limitada, muy limitada. El equipo de gobierno tiene claro que cuantas más trabas, mejor; cuantos más despropósitos, más indignación …
Cuando hace casi tres años juramos o prometimos nuestros cargos como concejales sabíamos que teníamos que cumplir con un fin común: lo mejor por y para nuestro pueblo.
A cada uno de nosotros se nos encomendaron unos trabajos iníciales. Entre los míos se encontraban dos que yo consideré de vital importancia. Uno era el tema del Comedor Escolar.
A mí, particularmente, es un tema que como madre – hasta el día de hoy- nunca me ha sido necesario, pero considero que es de suma importancia tener cubierta una necesidad tan importante como esa, máxime cuando, de un tiempo a esta parte, tenemos siempre en boca eso de compatibilizar la vida laboral con la familiar.
Pues bien, después de muchas investigaciones, de muchas llama-das a la Consejería de Educación, de que entre las muchas contestaciones que se nos dio desde la misma era que con la población escolar que aquí existía no era necesaria la creación de ningún otro comedor en ningún otro colegio y de que lo que se podía pro-poner era solucionar el hecho de que los niños fueran recogidos en sus centros y llevados al colegio Altagracia donde, hasta el momento, existe el comedor único de nuestra localidad, de que me explicaran cómo debía de iniciarse ese primer paso, después de realizar encuestas anónimas en los colegios, después de hablar con muchas, muchas personas relacionadas de una manera u otra con este tema, después de muchas consultas con otros pueblos de alrededor para ver de qué manera se gestionaba el mismo, después de mucho y mucho trabajo, conseguimos hilar este asunto y llevarlo al Pleno en forma de moción.
Evidentemente estamos acostumbrados a que todo lo que el Partido Popular ha propuesto durante años, de una manera sistemática ha sido rechazado por los gobernantes de Manzanares. Re-chazado, sin más. Sin pensar ni valorar el fondo de muchas de esas peticiones. Claro, como he dicho al principio, cuando uno llega nuevo peca, también, de ingenuo y cree que quizás, por una vez, tengan en consideración algo que era de vital importancia para muchas familias de nuestro pueblo.
Pero no. Tuvimos que escuchar -y yo sentir en primera persona cómo descargaban sobre mí palabras dañinas- el no rotundo ante esta petición. Tuvimos que escuchar cómo la entonces Concejala de Educación, Beatriz Labián, con sorna e ironía nos explicaba la poca necesidad que existía sobre este asunto. Según ella no era necesario, cuando mis compañeros y yo sabíamos que era una necesidad imperiosa.
Animada por todos volví a defender otra vez esta moción en el siguiente Pleno. Cuál fue mi sorpresa entonces que, no contentos con no aprobar la urgencia – algo nada novedoso- tuvimos que escuchar, y, nuevamente, yo sentir en primera persona, una crítica personal de la señorita Labián en la que me decía que no por traer a Pleno las mismas cosas varias veces me iban a hacer caso. Quiero pensar que fueron palabras dichas sin pensar, movidas por la presión política y por el rechazo sistemático del que también he hablado. Por-que lo que no es de recibo era pensar que la Concejala de Educación no es-tuviera a favor de luchar y pelear contra viento y marea por algo necesario para nuestra comunidad.
Cuál es mi sorpresa, y, naturalmente, la de todos mis compañeros, cuando, ahora, dos cursos después de aquellas primeras solicitudes (lo que no quiere decir que nuestra lucha hubiera caído en saco roto), y con el cambio de Concejal en Educación, deciden que en el colegio Tierno Galván se van a realizar las obras necesarias para dotarle de comedor escolar. Grata y magnífica noticia para todos, sinceramente. Triste que hayamos tenido que escuchar lo que se escuchó en su momento, pero sabia decisión la de llevar a cabo este proyecto. Un acierto. Un servicio a la comunidad educativa que estaba necesitado del mismo. Algo de lo que hay que congratularse.
Digo yo que por qué entonces no y ahora sí. Será que era ahora el momento. Da lo mismo. El caso es que ha llegado. Y eso es bueno para todos. Me gustaría saber qué pasó por la cabeza de Beatriz Labián cuando se enteró de que sus compañeros de gobierno habían aprobado esta decisión y cuando la Sra. Mulas salió en rueda de prensa para anunciar a bombo y platillo dicha obra. No sé si les diría lo mismo que a mí. Espero que no.
Deseo que las obras comiencen pronto, que todo esté a punto cuanto antes. Que a veces la lucha no se pierde porque, en ocasiones, llega la cordura.
He comenzado diciendo que se me encomendaron dos trabajos a voz de pronto. Uno va a tener, por fin, su consecución. El otro es el tema del complemento negativo de nuestra Policía Local. Espero, y deseo, que también lo tengan en cuenta y consideren qué está ocurriendo con esta forma de actuar. Nunca es tarde, si la dicha es buena...
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