El pasado 11 de febrero el Sr. Sabariego solicitó una autorización para poder acceder a las 19.00 horas a sala de consultas del Ayuntamiento, fuera del horario de apertura, debido a la imposibilidad de conciliar su horario laboral con el de apertura del Ayuntamiento. Pe-día algo tan sencillo, como poder llevar a cabo sus funciones de Concejal, porque el hombre, como todo hijo de vecino, trabaja.
Se le denegó dicha solicitud, alegando la necesidad de una adecuada seguridad de los edificios municipales al tener que quedar todas las dependencias debidamente cerradas una vez finalizada la jornada laboral. ¡Ya! ¿No sería que el mayor problema es que nadie podría hacer las 8 fotocopias preceptivas para los Concejales del Equipo de Gobierno?. ¿No sería que el Gran Hermano no podría controlar a la Oposición?.
Ante la existencia de equipos de vigilancia electrónica y control de paso al Ayuntamiento por la Policía Local, el Concejal de IU rogó, en toda lógica, que se considerase esta decisión, y se diera cumplimiento al artículo 9.2 de la Constitución Española sobre el deber de los poderes públicos de facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.
¿Saben que le dijeron? Que pidiera permiso en su empresa para ausentarse de su puesto de trabajo y ejercer su derecho de Concejal todas las veces que fuera preciso. Miren ustedes, o viven en otro mundo o se piensan que somos lelos. El Sr. Sabariego trabaja en ADIF, pero imagínense que trabajase en una PYME cualquiera, y que constantemente, tuviera que pedir permisos varios para ejercer su función de Concejal. ¿Qué pasaría? No seamos hipócritas.
Se lo denegaron, lógicamente, como todo, porque no hay un sentir constructivo. A lo mejor lo que debió haber hecho el Concejal de IU, tal y como sugirió el Alcalde en el pasado Pleno con respecto a otro asunto, es haber llamado a la puerta del despacho del Alcalde, y decirle, mira Miguel Ángel, necesito venir esta tarde para estudiar tranquilamente un expediente, es que si pido permiso, mi trabajo lo va a tener que hacer un compañero…prefiero venir por la tarde… lo reviso más tranquilo…y así no molesto a nadie...de esta forma puedo conciliar mi vida profesional con la de Concejal. Y Miguel Ángel recapacitaría y contestaría amablemente asintiendo con la cabeza y con el dedo pulgar hacia arriba…y momentos después… el Sr. Sabariego despertaría.
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