En el último boletín de la Agrupa-ción Socialista local, uno de sus artículos, concretamente el elaborado por el Sr. Ceballos, vuelve a las andadas sobre mis declaraciones en la presentación de la pagina web del Partido Popular y quiero aprovechar estas páginas para realizar una declaración al respecto.
Sr. Ceballos, Vd. no debería valorar mi pensamiento por el solo hecho de haber leído un titular o nota de prensa. Podría haber oído mi intervención completa, si la Televi-sión Pública de Manzanares hubiese tenido la decencia de cubrir la totalidad del acto, tal y como hace con los que organiza el Ayuntamiento, que no el Partido Socialista.
Mi alocución iba mas allá que denunciar lo que, en la calle, la mayoría de los ciudada-nos comenta y reprocha, que no es otra cuestión que el de permitir que trabajadores del Plan de Choque o Plan de Empleo no sean lo suficientemente rentables. Yo, en ningún momento dije que no había que realizar este tipo de iniciativas y además es-toy de acuerdo en ayudar a los más desfavorecidos. Yo lo que dije, y lo mantengo, es que el dinero público hay que “rentabilizarlo” como el privado, tanto o más. Cuando me refiero a la rentabi-lidad de este dinero, no hablo de un dígito o dos porcentuales, sino que los impuestos pagados por los ciudada-nos deben ser devueltos a la sociedad en servicios, trabajos o ayudas, cohe-rentes y rentables.
Alguna vez pasa que los dirigentes so-cialistas enarbolan, o al menos pre-tenden hacerlo, la bandera de la democracia, de la educación, de la sostenibilidad, de la cooperación, etc… sin tener en cuenta que todos esos valores no van con el Parti-do, las siglas o el ideario, sino más bien con la persona. Porque estará conmigo que, tanto en el Partido Popular como en Partido Socialista, existen correligionarios que no abanderan ninguna de esas premisas, que antes apuntaba. Y, por el contrario, en am-bos Partidos existen personas que su principal pensamiento es aportar lo mejor para el bien común, eso sí, con distinto punto de vista o distinto camino a seguir. Quizás sea yo tan socialista como Vd. o Vd. tan del PP como yo, si lo que promulgamos am-bos es fomentar una buena educación, responsabilidad en el trabajo, respeto por lo bien hecho y el compromiso con la sociedad.
Vd. me ve como empresario y parece que eso es un delito, mi padre fue jornalero y peón albañil y mi madre modista y sin ayudas, sólo con el sudor de su frente y sus desvelos sacaron a su familia adelante, eran tiempos difíciles los años 50-60, pero yo no recuerdo a mi padre de otra forma que trabajando y sin lamentarse ni una sola vez del duro trabajo que tenía. Por mi parte, me inicie en el trabajo con 15 años, aunque desde los 12 ya me ganaba para mis gastos (cine, piscina o futbolines y lo que he he-cho y sigo haciendo es trabajar, normalmente desde que sale el sol, hasta después de ponerse, como tantos y tantos otros españoles y contribuyo con mis impuestos a la sostenibilidad de nuestro país y localidad y, por ello, puedo exigir que el dinero públi-co se gaste con rigor.
Todo esto, no significa de ninguna manera que esté en contra de los planes de em-pleo y que desconozca qué son y que no quiera ayudar a la gente que lo necesita. Lo que digo es que un administrador público no deja de ser un empresario que tiene que dar explicaciones a sus “accionistas”, que son los administrados y tiene la obliga-ción de, con los menores impuestos, hacer llegar los mayores y mejores servicios. Pa-ra esto no hay que ser ni de derechas ni de izquierdas, sino tener sentido común y honradez con los ciudadanos.
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