LEY DEL ABORTO SOCIALISTA; por Enri G Chaparro

Entre la libertad y el libertinaje está la frontera que cada uno de nosotros queramos poner.
Hemos llegado a un punto, en esta sociedad actual, en el que las normas de vida y convivencia que nos han enseñado, y hemos aprendido a lo largo de nuestra vida, se han tirado por la borda.
Hemos llegado a un punto en el que los valores que adquirimos de nuestros mayores no somos capaces de aplicarlos en nuestros predecesores. ¿Dónde está la equivocación? Queremos ser tan modernos, tan innovadores, tan a la última, que hemos sobrepasado casi todas las barreras. El principio de todo es la vida. La vida. Sin ella no somos nada, porque nada somos si no tenemos vida, si no hemos nacido. Y si nos quitan el derecho a nacer, nos quitan el derecho a vivir.
Como docente, si realizo una excursión con mis alumnos, y estos tienen menos de dieciocho años, necesito una autorización paterna, o del tutor correspondiente, para poder realizar esa actividad. Una autorización que me haga responsable de sus hijos durante el tiempo que dure. Una autorización que hace que sobre mí recaiga cualquier decisión. No es una autorización que me exonere de cualquier avatar. No, si no todo lo contrario.
Sin embargo, con la nueva y ultimísimo Ley del aborto socialista, resul-ta que si una chica menor de edad, una chica con SÓLO dieciséis años, se queda embarazada puede decidir libremente, y sin el consentimiento ni autorización de sus padres, el acabar con la vida de su futuro hijo. ¿Estamos locos o qué nos está pasando? Vivimos en una sociedad moderna, donde los métodos anticonceptivos están a la orden del día. Donde evitar un embarazo es más fácil de lo que uno cree. Y no hablo de abstinencia, ni de llegar vírgenes al matrimonio, ni de ese tipo de historias.
No, hablo de evitar un embarazo, pero sobre todo hablo de evitar un aborto. Y, mucho menos que el aborto se efectúe en una niña que no ha utilizado la cabeza porque sabe que, en caso de que ocurra, la ley la protege, la ayuda…y encima no tiene que explicar nada en casa. ¡Así de fácil! Y yo me pregunto ¿han pensado en las secuelas físicas y/o psicológicas que ese acto puede provocar en esa adolescente a lo largo de su vida? Claro, que habrá quien me diga que es mejor abortar que tener un bebé a tan corta edad…¿he dicho corta edad? Pues si la edad es corta, lo es para todo, pero, sobre todo, para la persona que lo va a sufrir en sus propias carnes.
Que es mejor prevenir que curar es un dicho que todos conocemos. Que cuando no se ha evitado, la curación no debe de ser ésta. Creo que es un tema que nos debemos de plantear muy seriamente.
Ya no es suficiente con darles a nuestros adolescentes todo lo que nos van pidiendo. Ya no es suficiente con cambiar la Ley de Educación como el que se cambia de camisa. Ya no es suficiente con no ser capa-ces de transmitir y enseñar valores. Ya no es suficiente con perder la autoridad como padres y docentes. Ya no es suficiente con todo esto.
No. Tenía que llegar esta ley nueva que todavía les diera más alas y más libertad a nuestros chavales. Tenía que llegar esta ley que les hiciera más y más modernos. Tenía que llegar esta ley que les enseñara que la vida es cualquier cosa menos el principio de todo. Tenía que llegar esta ley que les llenara ese vacío que les faltaba.
Tenía que llegar esta ley….