Muy buenas queridos paisanos.
¡Que risa el otro día! ¡como metí la pata!... Resulta que voy tan tranquilamente repartiendo, cuando miró la avenida de Andalucía, suelto el carro de las cartas, me voy corriendo a mi casa, y cuando iba corriendo me increpa una mujer: ¿Donde vas Braulio, que parece que te lleva el demonio?. A mi casa, le dije, a por mi Santa y a ponerme el traje nuevo. Pero Braulio, serénate y explícate hombre, ¿porqué eso?. Pues mira, le dije, que ya a mis años se me pasan las fechas y las cosas y resulta que no me había dado cuenta de que era Viernes Santo. Si que estas mal Braulio, me contestó, que hoy lo que es, es día de noche buena, 24 de diciembre. Quía, mujer, ¿Que no ves que todo el pueblo sube al Cristo?. La hermana casi se desternilla de risa. Y mi ridículo fue uno de los mayores de mi vida ya que quien pasaba, y se lo contaba la mujer, le daba el ataque de risa. Braulio, que lo que pasa es que se ha desbordado el rio y la gente va a verlo, me pudo decir entre risas y con lagrimones en los ojos. La madre que la echó, cuando llegué al calicanto y vi como iba el rio, al que casi le da algo fue a mi. Y ya cuando llegue al puente de los pobres no me lo creía.
Por la tarde, como cada quisque, cogimos mi santa y yo y nos fuimos de paseo a ver el rio por todos sitios, nos fuimos por la avenida de Castilla La Mancha, donde más se veía el desbordamiento. Í
¡Que risa el otro día! ¡como metí la pata!... Resulta que voy tan tranquilamente repartiendo, cuando miró la avenida de Andalucía, suelto el carro de las cartas, me voy corriendo a mi casa, y cuando iba corriendo me increpa una mujer: ¿Donde vas Braulio, que parece que te lleva el demonio?. A mi casa, le dije, a por mi Santa y a ponerme el traje nuevo. Pero Braulio, serénate y explícate hombre, ¿porqué eso?. Pues mira, le dije, que ya a mis años se me pasan las fechas y las cosas y resulta que no me había dado cuenta de que era Viernes Santo. Si que estas mal Braulio, me contestó, que hoy lo que es, es día de noche buena, 24 de diciembre. Quía, mujer, ¿Que no ves que todo el pueblo sube al Cristo?. La hermana casi se desternilla de risa. Y mi ridículo fue uno de los mayores de mi vida ya que quien pasaba, y se lo contaba la mujer, le daba el ataque de risa. Braulio, que lo que pasa es que se ha desbordado el rio y la gente va a verlo, me pudo decir entre risas y con lagrimones en los ojos. La madre que la echó, cuando llegué al calicanto y vi como iba el rio, al que casi le da algo fue a mi. Y ya cuando llegue al puente de los pobres no me lo creía.
Por la tarde, como cada quisque, cogimos mi santa y yo y nos fuimos de paseo a ver el rio por todos sitios, nos fuimos por la avenida de Castilla La Mancha, donde más se veía el desbordamiento. Í
bamos por nuestra cerica adelante ya que el tráfico que llevaba de gente que iba en coche era tremendo y casi me pilla un coche cuando me tuve que bajar de la acera ya que, vean la foto, una selva total de arboles la tapaba e impedía el paso totalmente. A ver si el vecino coge las tijera de podar y deja el paso libre, y si no, los grandes y súper eficientes podadores que tiene el Excelentísimo que dejen las aceras libres.
Nada más salir, el otro día a repartir, me dice un vecino: Braulio mira los pivotes que han puesto en la plaza, el primero ya está doblado (Véase foto)
Nada más salir, el otro día a repartir, me dice un vecino: Braulio mira los pivotes que han puesto en la plaza, el primero ya está doblado (Véase foto)
y no va a ser el último, que es que le han dado muy poco espacio para girar cuando vienes de la calle de la Cárcel y ya verás cómo cuando vaya pasando el tiempo ese capirulo va a estar más tiempo en el suelo que derecho. Se llaman bolardos, le dije, ni pivotes ni capirulos. Pues si te estas volviendo “fisno” Braulio, pues yo le voy a decir farolillas chicas, me dijo riéndose cuando se iba.
Luego, el domingo, me fui en la bici a ver el campo por donde se había desbordado el rio, y por el polvorin y el molino (que pena de molino dicho sea de paso), salté el puente de la autovía y desde arriba se veía inundado medio campo de Manzanares, una vista rara, bonita, aunque para muchos lamentable. A la vuelta me fijé que el canalillo que lleva al molino venía casi seco (Vista a la foto).
Luego, el domingo, me fui en la bici a ver el campo por donde se había desbordado el rio, y por el polvorin y el molino (que pena de molino dicho sea de paso), salté el puente de la autovía y desde arriba se veía inundado medio campo de Manzanares, una vista rara, bonita, aunque para muchos lamentable. A la vuelta me fijé que el canalillo que lleva al molino venía casi seco (Vista a la foto).
Me paré a verlo cuando llegaba otro vecino en bici que se paró a decirme que qué miraba, le dije que cómo era posible que viniera desbordado el río por un lado y seco por otro. Se pararon otros cuantos ciclistas que iban a ver lo mismo, y uno me dijo que es que habían lodado la entrada de agua que tenía por el calicanto. No me lo explico. Y les dije, vámonos que parece que vamos a correr el Tour de los que nos estamos juntando leñi.
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