Para los vecinos de una parte de Manzanares, el final de 2009 y comienzos de 2010 ha tenido unas características que lo han hecho muy especial, hasta donde podemos rememorar, en la historia reciente de nuestro querido pueblo. Me refiero al problema de las inundaciones.
Cierto es, que contra un meteoro tan intenso como el que se nos ha presentado y las consecuencias que ha tenido, la pregunta es: ¿ qué podemos hacer ?.
Está claro y notorio que para este Consistorio, la respuesta es: NADA. Todo lo más, ver, oír y callar o limitarse a ser un mero observador de tan magno acontecimiento.
La verdad, es que impresiona, como espectador, contemplar todo lo que hemos podido ver. Cuando las fuerzas de la naturaleza dicen aquí estoy y nos sentimos tan pequeños y desvencijados... Evidentemente, siempre que no sea uno el afectado.
Varios barrios de Manzanares: Tudor, Quintería, Isla Verde, etc..., hemos sufrido en nuestras propias carnes, en días tan singulares ( por si fuera poco ), la angustia de ver como el Río Azuer, a su paso por Manzanares, quisiera llevárselos a todos por delante. Afortunadamente, a Dios gracias, no ha habido daños personales, aunque sí materiales. Más, el peor de los daños es el que hemos recibido en el alma por la inane intervención de este Ayuntamiento, regido aún por el Sr. Pozas. ¿ Dónde han estado el Sr. Alcalde, siquiera, acompañando a los vecinos; dónde la Sra. Beatriz Torres, responsables de obras; dónde la Sra. Sánchez Mulas, vecina de este barrio; dónde, el multicompetencias Sr. Caba ?.
Efectivamente, a pesar de la que estaba cayendo, ningún repre-sentante de la Corporación Local se ha dignado a ponerse en contacto con nosotros, bien a nivel personal, bien a través de la Asociación de Vecinos legalmente constituida desde el año 2004. La tarde-noche del 24 de diciembre, así como la del 31, fueron los propios vecinos, los que tuvieron que levantar las tapas de la tragonas y limpiarlas de hojarasca, para que se pudiera facilitar la eliminación de las aguas que se estaba produciendo como consecuencia de las intensas lluvias, no del desbordamiento. También, tuvieron que levantar barreras a las puertas de muchas casas para evitar, en la medida de lo posible, la entrada de agua en sus domicilios... No hemos visto, maquinas ni operarios, ni otros medios que el Ayuntamiento podría haber ofrecido a los vecinos... Pero sí nos consta, que otros alcaldes de municipios aledaños se pusie-ron al frente de las operaciones y constituyeron un gabinete de crisis para, en la medida de lo posible, mitigar los efectos y, sobre todo, Sr. Pozas: ¡ estar con los que lo están pasando mal !. Después, cuando quiera, venga a pedirnos el voto.... Sólo hemos po-dido contar, con la abnegada labor, una vez más y nunca mejor dicho, de la Benemérita; la ímproba labor de los bomberos achi-cando agua y la Policía Local cortan-do los accesos al barrio... ¡ Eso, Sr. Pozas, es todo !. ¡ Que enorme decepción, una vez más !.
Llegados a este punto, la demagogia barata y chusca de carril, sería decir: cómo se nos ha ocurrido construir en estos lugares!!, esto ya se sa-bía!!... A este `sabio´ razonamiento tengo que contestar:
Todos los vecinos que nos encontramos en esta situación, hemos accedido a nuestra viviendas de forma legal y reglada. No son hogares clandestinos en terrenos sin calificar; urbanizables así declarados por su Ayuntamiento, Sr Pozas. No sé si es mucho suponer, que debe haber unas medias de seguridad para que este tipo de fenómenos causen el mínimo daño: distancias a los cauces, limpieza y mantenimiento de los mismos, altura de las zonas edificables so-bre los cauces, permanente colaboración con Confederación Hidrográfica, vallas sólidas de contención, elevación de puentes... Soy yo, la que tiene que recordárselas, Sr. Pozas?. Nuestras casas, todas, tienen un proyecto visado por el Excmo.. Ayto. que, creo han supuesto pingües beneficios a las arcas del Consistorio. O no?
Es por esto que como afectada y miembro de nuestra Asociación de Vecinos, exigimos al Sr. Alcalde que inste a todas las Administraciones implicadas, que se tomen todas las medidas pertinentes para que este desastre no vuelva a ocurrir. Puede Ud. pedir ayuda, consejo o colaboración con esos alcaldes que sí han estado con sus vecinos. Esperemos que así sea, y que no haya que esperar, como ha ocurrido otras veces a que puedan haber desgracias personales.
Finalmente, y a modo de reflexión, le diré Sr. Alcalde, que dudo que estos comentarios sirvan de algo, pues ya se encargará de poner el ventilador en marcha a través de los medios habituales ( para esto Ud. no escatimará esfuerzos ) y repartir responsabilidades e improperios sin ton ni son, de tal manera que Ud. quede libre de sospechas; solo que en esta ocasión, los vecinos afectados mantendremos vivas en la memoria las imágenes de estos días y le pediremos cuentas llegado el momento.
PD: este artículo se entrega a la revista El Manifiesto, el día 4 de enero de 2010, y aún no ha enviado el Ayto. ningún equipo de limpieza para retirar los lodos y toda clase de porquerías dejadas por el Río tras el desbordamiento en algunas calles de nuestro barrio (véase la calle peatonal del Paseo de Córdoba).
Cierto es, que contra un meteoro tan intenso como el que se nos ha presentado y las consecuencias que ha tenido, la pregunta es: ¿ qué podemos hacer ?.
Está claro y notorio que para este Consistorio, la respuesta es: NADA. Todo lo más, ver, oír y callar o limitarse a ser un mero observador de tan magno acontecimiento.
La verdad, es que impresiona, como espectador, contemplar todo lo que hemos podido ver. Cuando las fuerzas de la naturaleza dicen aquí estoy y nos sentimos tan pequeños y desvencijados... Evidentemente, siempre que no sea uno el afectado.
Varios barrios de Manzanares: Tudor, Quintería, Isla Verde, etc..., hemos sufrido en nuestras propias carnes, en días tan singulares ( por si fuera poco ), la angustia de ver como el Río Azuer, a su paso por Manzanares, quisiera llevárselos a todos por delante. Afortunadamente, a Dios gracias, no ha habido daños personales, aunque sí materiales. Más, el peor de los daños es el que hemos recibido en el alma por la inane intervención de este Ayuntamiento, regido aún por el Sr. Pozas. ¿ Dónde han estado el Sr. Alcalde, siquiera, acompañando a los vecinos; dónde la Sra. Beatriz Torres, responsables de obras; dónde la Sra. Sánchez Mulas, vecina de este barrio; dónde, el multicompetencias Sr. Caba ?.
Efectivamente, a pesar de la que estaba cayendo, ningún repre-sentante de la Corporación Local se ha dignado a ponerse en contacto con nosotros, bien a nivel personal, bien a través de la Asociación de Vecinos legalmente constituida desde el año 2004. La tarde-noche del 24 de diciembre, así como la del 31, fueron los propios vecinos, los que tuvieron que levantar las tapas de la tragonas y limpiarlas de hojarasca, para que se pudiera facilitar la eliminación de las aguas que se estaba produciendo como consecuencia de las intensas lluvias, no del desbordamiento. También, tuvieron que levantar barreras a las puertas de muchas casas para evitar, en la medida de lo posible, la entrada de agua en sus domicilios... No hemos visto, maquinas ni operarios, ni otros medios que el Ayuntamiento podría haber ofrecido a los vecinos... Pero sí nos consta, que otros alcaldes de municipios aledaños se pusie-ron al frente de las operaciones y constituyeron un gabinete de crisis para, en la medida de lo posible, mitigar los efectos y, sobre todo, Sr. Pozas: ¡ estar con los que lo están pasando mal !. Después, cuando quiera, venga a pedirnos el voto.... Sólo hemos po-dido contar, con la abnegada labor, una vez más y nunca mejor dicho, de la Benemérita; la ímproba labor de los bomberos achi-cando agua y la Policía Local cortan-do los accesos al barrio... ¡ Eso, Sr. Pozas, es todo !. ¡ Que enorme decepción, una vez más !.
Llegados a este punto, la demagogia barata y chusca de carril, sería decir: cómo se nos ha ocurrido construir en estos lugares!!, esto ya se sa-bía!!... A este `sabio´ razonamiento tengo que contestar:
Todos los vecinos que nos encontramos en esta situación, hemos accedido a nuestra viviendas de forma legal y reglada. No son hogares clandestinos en terrenos sin calificar; urbanizables así declarados por su Ayuntamiento, Sr Pozas. No sé si es mucho suponer, que debe haber unas medias de seguridad para que este tipo de fenómenos causen el mínimo daño: distancias a los cauces, limpieza y mantenimiento de los mismos, altura de las zonas edificables so-bre los cauces, permanente colaboración con Confederación Hidrográfica, vallas sólidas de contención, elevación de puentes... Soy yo, la que tiene que recordárselas, Sr. Pozas?. Nuestras casas, todas, tienen un proyecto visado por el Excmo.. Ayto. que, creo han supuesto pingües beneficios a las arcas del Consistorio. O no?
Es por esto que como afectada y miembro de nuestra Asociación de Vecinos, exigimos al Sr. Alcalde que inste a todas las Administraciones implicadas, que se tomen todas las medidas pertinentes para que este desastre no vuelva a ocurrir. Puede Ud. pedir ayuda, consejo o colaboración con esos alcaldes que sí han estado con sus vecinos. Esperemos que así sea, y que no haya que esperar, como ha ocurrido otras veces a que puedan haber desgracias personales.
Finalmente, y a modo de reflexión, le diré Sr. Alcalde, que dudo que estos comentarios sirvan de algo, pues ya se encargará de poner el ventilador en marcha a través de los medios habituales ( para esto Ud. no escatimará esfuerzos ) y repartir responsabilidades e improperios sin ton ni son, de tal manera que Ud. quede libre de sospechas; solo que en esta ocasión, los vecinos afectados mantendremos vivas en la memoria las imágenes de estos días y le pediremos cuentas llegado el momento.
PD: este artículo se entrega a la revista El Manifiesto, el día 4 de enero de 2010, y aún no ha enviado el Ayto. ningún equipo de limpieza para retirar los lodos y toda clase de porquerías dejadas por el Río tras el desbordamiento en algunas calles de nuestro barrio (véase la calle peatonal del Paseo de Córdoba).
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