10 segundos de libertad. Un acto más de ignominia

Ignominia: f. Deshonor, descrédito de quien ha perdido el respeto de los demás a causa de una acción indigna o vergonzosa
Le concedo 10 segundos, por referencias, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, ya está.

Informar que nuestro querido Alcalde ha consultado con el bufete de abogados "D. Santiago Muñoz Machado" sobre la calificación jurídica de los insultos que recibió el pasado 28 de Julio por parte de Pablo Camacho y sobre las acciones legales a emprender.
Si gana, tiene previsto donar la indemnización a "Médicos sin Fronteras" y si pierde pagamos todos.
Esto ha sido aprobado por la Junta de Gobierno Local, por unanimidad, el pasado 27-10-09.
Y digo yo!, algo también haría mal el Alcalde, por eso de que "dos no riñen si uno no quiere", Mi pregunta es ¿no puede hacer esta denuncia el Alcalde de forma particular y si pierde que sea con su dinero?, porque de no ser así este hombre puede proporcionarnos un futuro económico incierto si le da por montar espectáculos como el de hace unos meses y otros que todavía recuerdo.
Y digo yo, que las trifulcas de cada uno se las pague cada uno con su dinero. Es muy fácil quedar bien “donando las posibles ganancias” cuando no se asumen las perdidas. Mire usted, si gana lo dona, hermoso gesto, pero los gastos de abogados, etc. los paga usted de su bolsillo que será también un hermoso gesto.
De esta guisa, más o menos, habló el Sr. Alcalde para concederle la palabra a la portavoz del grupo Popular. Sé que parece de risa, de pataleta de niños. Sin embargo, como cada vez que lo hace, es una nueva falta de respeto a la oposición y a los ciudadanos que hay detrás de esos concejales, a los que les votaron. El alcalde se vio forzado a darle la razón y, por tanto, la palabra. Lo pensó, quería sacar algo de su cabeza para no dársela, claro, no había nada y se la tenía que dar, pero ,como siempre, quiere recortar libertades, le concedió 10 segundos, como el niño que tiene que dar un caramelo a otro, pero como no quiere y solo le permite darle una lametada. Se arremangó la chaqueta y mi-rando al reloj, sin escuchar siquiera a la opositora, con despre-cio, le cortó cuando el reloj llegó a los diez segundos. Una pena, una vergüenza...
Quizá a muchos les haya pasado casi desapercibido, otros muchos habrán esbozado una ligera sonrisa acostumbrados a los envites del alcalde. Pero no, no es para reírse, esos diez segundos tienen mucha importancia, es la diferencia entre la libertad y la preponderancia. Y eso, señores, hay que erradicarlo totalmente.
Tomo la palabra en esos 10 segundos:
1´´ - Porque no se puede hacer callar a quien, por voluntad popular, está puesto allí para hablar y defender la opinión de esos ciudadanos.
2´´ - Léase la primera página completa de este número. ¿Clases de democracia?.
3´´ - Llevo tres segundos de libertad.
4´´ - Lleva 4 segundos aplastando mi libertad.
5´´ - Me queda poco para que me callen, ya he gastado la mitad. Me callan la palabra, no la dignidad.
6´´ - Abuso de autoridad. ¿Lo verá el pueblo?
7´´ - Prepotencia. De esto sí se dan cuenta.
8´´ - Aguanto, tengo tras de mi a más de 4.000 ciudadanos que nos votaron, tengo que comportarme.
9´´ - Me sobra 1 segundo. Estoy convencido de que he triunfado en estos nueve segundos, sencillamente, porque yo no soy el derrotado. Se derrota el que corta las alas, no al que se las cortan. No triunfa el que impone, triunfa el que sobre esa imposición sabe levantarse.
10´´- Lo he conseguido. Parodiando a Víctor Jara, en su canción “Te recuerdo Amanda”. La vida es eterna en 10 segundos (no en 5 minutos como dice la canción) Esos 10 segundos te hacen florecer (al concejal) y en 10 segundos quedó destrozado (el alcalde por la falta de escrúpulos).
Ya está...