La Calle Empedrada.
Si hay una calle característica, popular y transitada en Manzanares, esta es la calle Empedrada; como su propio nombre indica, se trata de la única calle que hasta hace unas décadas se encontraba adoquinada en su calzada y empedrada de grandes losas de piedra sus aceras, demostrando con es-e tratamiento su categoría de calle principal.
Desde hace más de dos siglos ha sido paso obligado de vehículos y transeúntes, encontrándose en los bajos de sus casas los establecimientos comerciales de mayor importancia para propios y foráneos, constituye actualmente el eje del comercio minorista local.
A lo largo de su historia se han ido acumulando distintas actuaciones urbanísticas hasta conseguir su actual estructura, en todo caso de dis-cutible acierto; actualmente junto a destacables actuaciones de rehabilitación como la de la casa de la familia García-Noblejas nos encontramos con edificios y espacios que causan al menos una cierta desazón en los espíritus sensibles.
Si hay una calle característica, popular y transitada en Manzanares, esta es la calle Empedrada; como su propio nombre indica, se trata de la única calle que hasta hace unas décadas se encontraba adoquinada en su calzada y empedrada de grandes losas de piedra sus aceras, demostrando con es-e tratamiento su categoría de calle principal.
Desde hace más de dos siglos ha sido paso obligado de vehículos y transeúntes, encontrándose en los bajos de sus casas los establecimientos comerciales de mayor importancia para propios y foráneos, constituye actualmente el eje del comercio minorista local.
A lo largo de su historia se han ido acumulando distintas actuaciones urbanísticas hasta conseguir su actual estructura, en todo caso de dis-cutible acierto; actualmente junto a destacables actuaciones de rehabilitación como la de la casa de la familia García-Noblejas nos encontramos con edificios y espacios que causan al menos una cierta desazón en los espíritus sensibles.
El abandono de la casa numero 5, claramente consentido con el objetivo de la ruina y destrozo de una casa singular y catalogada, es innegable; a su lado la casa en donde se encontraba el bar Lucas tiene las mismas perspectivas; frente a ellas la “mella” de la recientemente derribada casa de la Carnicería… y así sucesivamente
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En el apartado del gusto sobre la ornamentación de las fachadas, nos ahorramos comentarios sobre el colorido de la tarta en que se ha convertido lo que fue una casa solariega, pero uno de los detalles más preocupantes se trata del claro peligro que se detecta en la fachada de la casa esquina con el callejón de la Iglesia.
Todos los muchos enganches de cables, tensores y tirantes para los distintos servicios que se encuentran instalados a lo largo de la calle se encuentran sujetos con distinta suerte a las fachadas (particulares en su mayoría) que conforman la calle, suponemos que en todos los casos con el consentimiento y la anuencia de los propietarios, en esta fachada que antes indicábamos, en el chaflán que se compone entre la calle Empedrada y la de la Iglesia se acumulan en un pequeño espacio hasta tres tirantes de acero que han deteriorado ya el cubrimiento de ladrillo toledano que sirve de adorno en dicha fachada, con el consiguiente riesgo de derrumbe y por tanto de claro peligro de los viandantes de la calle más transitada de Manzanares.
Ignoramos si los vecinos y propietarios son conocedores de esta situación, no sabemos efectivamente de quien es la responsabilidad de los enganches de los cables en la fachada, pero debemos suponer que el Ayuntamiento, si no es res-ponsable, debe estar en perfecta coordinación con los propietarios y conocer el estado de peligro de esta fachada.
Por favor actúen antes de que se pueda producir un accidente y, si puede ser, acuerden con los vecinos el arreglo
En el apartado del gusto sobre la ornamentación de las fachadas, nos ahorramos comentarios sobre el colorido de la tarta en que se ha convertido lo que fue una casa solariega, pero uno de los detalles más preocupantes se trata del claro peligro que se detecta en la fachada de la casa esquina con el callejón de la Iglesia.
Todos los muchos enganches de cables, tensores y tirantes para los distintos servicios que se encuentran instalados a lo largo de la calle se encuentran sujetos con distinta suerte a las fachadas (particulares en su mayoría) que conforman la calle, suponemos que en todos los casos con el consentimiento y la anuencia de los propietarios, en esta fachada que antes indicábamos, en el chaflán que se compone entre la calle Empedrada y la de la Iglesia se acumulan en un pequeño espacio hasta tres tirantes de acero que han deteriorado ya el cubrimiento de ladrillo toledano que sirve de adorno en dicha fachada, con el consiguiente riesgo de derrumbe y por tanto de claro peligro de los viandantes de la calle más transitada de Manzanares.
Ignoramos si los vecinos y propietarios son conocedores de esta situación, no sabemos efectivamente de quien es la responsabilidad de los enganches de los cables en la fachada, pero debemos suponer que el Ayuntamiento, si no es res-ponsable, debe estar en perfecta coordinación con los propietarios y conocer el estado de peligro de esta fachada.
Por favor actúen antes de que se pueda producir un accidente y, si puede ser, acuerden con los vecinos el arreglo
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