Braulio, el cartero



Muy buenas queridos paisanos. Otra vez estamos aquí para contaros mi correrías por este nuestro pueblo.
Y es que parece que lo hacen aposta leñi, na más salir de reparto me encuentro a un vecino, el Benito, el pobre recién operaico de cadera que no podía ni menearse, le pregunto por su salud, y hablando me dice:
-Vaya Braulio, mira que tengo que irme cuatro manzanas más arriba (A que parezco americano, je, je.) para aparcar el coche, ya que por la zona azul me cuesta lo cuartos y chico, mi jubilación no me llega y vengo que no puedo. En esto que hablando llega el coche del ayuntamiento que utiliza el alcalde para sus diversos desplazamientos y aparca en la zona azul (véase foto, le tapo la matricula porque así parece como en la tele, pero es el coche eh) Se sale el conductor y se va. El coche estuvo unas 4 horas. Y me dice, mira, ese no ha puesto vale ni nada. Y le digo, pues mira, ya viene el de verde y le va a multar, llega el de verde, para, mira, remira y se va... Yo rápidamente le llamo:
-¡Por favor, mozalbete!, muy amable me viene—¿Que quiere usted Braulio?.- ¿Por qué no has multado a ese coche?. Me dice que tiene una autorización especial para aparcar, donde, cuando y el tiempo que quiera. Le saludo y se va, ya que él solo cumplía con su obligación.
Me vuelvo con Benito y le digo: Ya estamos Benito, cachi en diez que siempre pasa lo mismo. Indagando me entero que los Sres. Concejales del Ilustrísimo tienen bula permanente para aparcar sin pagar. Y digo yo, es que no so-os todos iguales en este nuestro Santo Pueblo? ¿Es que el pobre Benito tiene que venir andando por no po-der gastarse los 30 céntimos y los concejales si pueden? ¿Es que hay ciudadanos de primera y de segunda?. No sé si es cacicada o corrupción, pero no hay derecho. Y digo yo: Anda chicos, devolver ese pase y pagar como cada quisque pagamos ¿Vale?.
Como no todo es trabajo, salí con mi Santa de paseo, íbamos hablando de nuestras cosas, cuando comenzó a chispear un poquillo, para no mojarnos corrimos a resguardarnos en un soportal cuando de pronto, ¡zas! Alcé el vuelo como ave que lleva el viento, mientras volaba pensaba en el guarrazo que me iba a pegar cuando ese fútil vuelo terminara, y efectivamente, pegué un Brauliazo contra el suelo que no se lo deseo a nadie, entre que me querían ayudar a levantarme y ni podían, ni podía yo, otro se escurrió el pobre y cayó sobre mi. Resumiendo que casi hacemos una montonera humana. Una vez puestas las cosas en orden. Vi que estábamos ante las puertas de un bar, ya que me sacaron agua para el susto aunque yo necesitaba más el bálsamo de fierabrás. Y todo el mundo se quejaba de que en los bares que sale la gente a la calle a tomarse sus vinos (Cosa que no critico, ya que es una sana y buena costumbre española, más si beben vino en lugar de cerveza y defienden los nuestro). El caso es que el suelo se pone echo un asco de grasa, suciedad, que se va acumulando. Y digo yo, no podría el Excelentísimo obligar a estos establecimientos a limpiar, pero de verdad, el suelo. Hay algunos que lo hacen, pero la gran mayoría no. Propongo un edicto, bando, o lo que sea que obligue a dejar limpio el sitio donde la gente sale o se sienta. Lo deberían hacer por ellos mismos, pero si no, que se obligue a ello. ¡Ah!, se me olvidaba, y que la gente deje un pequeño paso para los transeúntes, que nos tenemos que bajar hasta de la acera para poner cruzar.
Os pongo, queridos paisanos, otra foto con una baldosa de la plaza de las Palomas. No sé si se verá bien, pero consta de una baldosa nueva, totalmente cuarteada. Espero que la cambien y que entre todos nosotros la conservemos limpia cuando la abran definitivamente. Por cierto, los niñitos, y no tan niñitos, los chicles se envuelven en el papel y se tiran a la papelera, que ya hay sitios en la plaza plagado de chicles pegados, una pena..


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No es mi papel responder a las cartas que se envíen al director, pero es que esta me ha hecho mucha gracia, y es la primera carta que hay en la pagina 8 de esta revista. Me critica, y me parece muy bien, no solo lo acepto, es que me gusta, ver que hay gente que se quiere mo-ver en esto del pueblo. Lo que no comprendo, y me gustaría que me lo explicara en otro anónimo, es eso que dice de mi “otro” oficio en el que manejo tantas fotos. Yo en mi “otro” oficio no manejo fotos, hombre las de la familia de vez en cuando pero nada más. En lo restante, puede ser que la foto sea a las 6 de la tarde, no lo niego, a mi me la dieron, creo que fue, según me ha dicho luego el que me la dio, a las 18 horas, 26 minutos 35 segundos. Pero eso no es lo importante del tema, mira el alma de lo escri-to, no la hora de la foto hombre. Por cierto que en el último párrafo, ese de los medios de comunicación, lo siento pero no cojo tele Madrid y te han faltado: LA CUATRO, LA SEXTA, LA CADENA SER, CASTILLA LA MANCHA...

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EL LETRERITO; EL PADRE SONSECA

Que bonito el letrerito
De la puerta de la ermita
Que lindo, que buen puestito
Que cosa mas chiquitita
Para ver que es lo que reza
Con la puerta me he topado
Y un golpe en la cabeza
Con la rejita me he dado
Y a la vera y por delante
Junto a la famosa ermita
Una mano suplicante
Como pidiendo platita
No pidas mas al viajero
Dijo una voz celestial
Que yo pondré el dinero
PARA UN CARTEL DESCOMUNAL
Nuestra ermita del Cristo de la Ago-nía, se merece un LETRERO, no el letrerito que hay encima de la puer-ta apenas legible.
Debe estar, al menos, acorde con la magnitud de la mano que tiene al lado.
No demos que hablar.

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